lundi 19 juillet 2021

Escrutando el pasado con una foto delante de mis ojos

Escrutando el pasado con una foto delante de mis ojos

No soy adicto a los retos de las redes sociales y tampoco a socializar imágenes que pienso deben quedar en la memoria familiar, en un viejo álbum con fotos sepias, en blanco y negro, y alguna que otra a color tomada en los ochenta con una Smena soviética. Soy adicto a la historia y a la geografía, mucho más si en la historia hay machetes y mambises, y la geografía está ajena a la geopolítica y el determinismo. Nacer con fronteras que puedan cruzarse caminando es un lujo, nacer rodeado de mar y lejos de él, también puede ser un lujo, o un encadenamiento. La libertad la define uno mismo, sin atropellos ni resquemores. Y hoy me tomo la libertad de pensar en el hombre que fue mi padre y que justamente hoy cumpliría 104 años. Le faltaban diecinueve días para cumplir 45 años cuando yo le hice una reverencia a él y a mi madre. 45 años sin mi existencia y 48 ejerciendo esa función y fusión de padre-hijo-hijo-padre. Nos dejó hace once años, 0nce, un número juliano al que estoy seguro le hubiera apostado tres o cinco pesos si el Guariao hubiera pasado apuntando. Gallo. Cantó el gallo, le hubiera dicho Ofelia sentada en su sillón al fresco de la mañana. Mi padre hubiera pensado en fósforo, que es también once en la charada cubana. Y qué hubiera jugado Aurora, dinero o comida? Once, once años viejuco, sumido en esa oscuridad interminable a la que todos tenemos el pleno derecho de entrar, y volver a salir libres, si el más allá existe. Y eso depende del número que se juegue y la cábala a seguir. ©cAc-2021

3 commentaires:

  1. Un bellísimo homenaje, Carlos. A tu padre le habría gustado. Esta idea me parece además muy oportuna: "La libertad la define uno mismo, sin atropellos ni resquemores". Gracias y abrazos.

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  2. Andrés Díaz Castro19 juillet 2021 à 18:47

    Me sumo a la opinión de Abel, es bello lo que has escrito, por la forma y el sentido, por todo. Un abrazo muy grande, hermano. Abrazos.

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  3. Un buen hijo nunca olvida a su viejo, bonito homenaje y te cuento, de esos personajes todavía hay muchos por acá. Suerte

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