mardi 3 novembre 2020

Apuntes cotidianos sin la idea de tomarlo como diario. Septiembre 2019. La invisibilidad del virus.

 

Septiembre 2019. La invisibilidad del virus.

Pensar en el covid-19 me hace volver a Eslovenia, catorce meses atrás. El inesperado fin de los servicios de Adria Airways, nos obligó a buscar una solución para volver a Paris desde Ljubliana. Se acababa septiembre del 2019. La solución fue correr a la estación de autobuses y comprar dos billetes a Flixbus. Un viaje terrestre de dieciocho horas atravesando Austria, Alemania y el este francés hasta descender desconchiflados en la estación Paris-Bercy. No había otra solución que respirar y respirar el aire enrarecido de un autobus lleno de turistas y estudiantes, chinos, franceses, alemanes, dos senegaleses y algún que otro marroquí, muchos de ellos tosiendo y soplándose las narices. Luego tocó el regreso al sur en un alta velocidad francés (TGV) teniendo como vecina cercana, una dama que se arrancaba los pulmones cada vez que tosía. Tanto en el autobus como en el tren, se incubaban las gripes de la temporada. No se mencionaba aún el temible coronavirus. Al tercer día de haber vuelto a casa, a la fatiga del viaje, le incorporamos una dosis de estornudos, agüita por la nariz, dolor en los huesos, las corvas, las cavidades oculares, la garganta…y el malestar con olor a futuro cadáver nos mantuvo prisioneros durante casi dos semanas. Sería esa misteriosa gripe un pariente del coronavirus, o el virus mismo que ya se paseaba por el continente ? ©cAc-2020

1 commentaire:

  1. Carlos, muy amena esta entrada, aunque no describa precisamente nada alegre. La duda es muy pertinente. Es verdad que aún faltaba un tiempo para que se detectase en Wuhan, pero son tantas las cosas que todavía no se saben de este virus, que todo parece posible.

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