dimanche 12 mai 2019

Máter Madre Mère Mãe Mother Mütter Mатери Günü Matki Maйkat


El primer contacto, el primer sonido, la primera caricia, la sonrisa más dulce, es aquella que Madre nos proporciona. Y madre se queda para siempre, en el más sagrado de los rincones del alma. Tenerla es una mina de riquezas, perderla es la ausencia más dolorosa. No importa de quien haya sido la idea, si de Julia Ward Howe al final del XIX, o de Ana Jarvis a inicios del siglo XX. A la celebración se unió Cuba desde la década del veinte. Unos dicen que fue en Santiago de las Vegas la primera celebración pública en la Isla, otros que la primicia la tuvo Puerto Padre. Cuentan mis tías que ese domingo de mayo los hombres portaban en la solapa un clavel, blanco si llevaban con ellos la pena de no tenerla, rojo si la madre les sonreía todavía. Trece mayos ha que mi madre falta. Otros vendrán, ausente ella para siempre. No porto clavel en la solapa como hicieron mis tíos, porto la alegría de haber nacido, de ella, de guardarla en la memoria como un cristal fino que solo yo puedo tocar. Y me uno a la alegría de quienes pueden besar a la suya, pienso en la mía, y hago extensiva mi salutación a todas las madres.
Tres esculturas a la madre quiero así compartir con todos aquellos que por casualidad o por costumbre entren en esta bitácora hoy domingo, y con aquellos, pilongos o no, que alguna vez pasaron frente a esos monumentos sin prestarle atención.
En el antiguo Hospital de Maternidad de Santa Clara, edificado en la carretera de Camajuaní en las primeras décadas de la República, sobre un pedestal de granito, una madre carga a su hijo y juntan sus mejillas mientras el niño rie gozoso y la acaricia. En el pedestal una placa cortesía del club Lions International Santa Clara, lleva impresa “Las madres son amor, no razón, son sensibilidad exquisita y dolor inconsolable”, fechada 1952-59.
Más accesible que la del viejo hospital de maternidad, es la estatua colocada en el Hospital Materno de Santa Clara, situado en la avenida Marta en la zona hospitalaria. La estatua, representa a una madre amamantando al hijo que acaba de traer al mundo y a su primogénito que la acompaña mientras hojea un libro. La estatua es de factura modesta, y en el pedestal dice simplemente MAMÁ.
La tercera, una madre sostiene a su hijo, y lo mira como el fruto tierno que ha salido de sus entrañas. Esta estatua, que puede verse desde la acera, está colocada en el jardín de la Logia Perseverantes en la carretera Central. Como lo dice su placa, es un homenaje de la Logia a las Madres del mundo.©cAc-2019


Enhorabuena y felicitaciones!

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