Las tenues sombras del alba fueron desapareciendo y la
claridad dejó ver el ajetreo de los organizadores del evento, poniendo orden a
las tareas de los equipos. Las tiendas de campaña blancas ya estaban
levantadas, y una de ellas hacía el placer de todos, la que hacía de desayunador,
donde el café se ofrecía como segundo despertador del amanecer. Los benévolos
del evento, convertidos en agentes de la circulación (signaleurs), a las 07h15 se
ubicaron rápidamente en los siete sitios a regular, mientras los organizadores,
los benévolos encargados de la distribución de vituallas y los participantes,
se concentraron antes del “départ” para escuchar las emotivas palabras del
alcalde de Sault y del presidente de la asociación. Emotivas porque todas las personas
reunidas, de una u otra forma estaban concernidas con el maligno flagelo. Hubo
un minuto de silencio por todos y para todos, por los que dijeron adiós un día,
y por los que siguen luchando para frenar, combatir, curar o curarse. A las ocho
de la mañana, y cada tres minutos, comenzó el “départ”, escalonado en pequeños
grupos de unas 25 personas y siguiendo las categorías de participantes: primero
los ciclistas en bicicletas eléctricas, luego los ciclistas en bicicletas de
carrera, después los corredores y por último, los caminadores. ©cAc-2021
Bicicletas eléctricas |
Una experiencia muy emotiva, sin duda. Gracias, Carlos, por compartirla.
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