vendredi 13 novembre 2020

Recordando aquel interminable viernes…

Cinco lustros han pasado de la infernal noche del 13 de noviembre en un Paris en que el buen tiempo empujó a salir a la calle para cenar en esas terrazas que simbolizan el desenfado y el olvido de las escaramuzas cotidianas. En el gigante Stade de France se jugaba un partido amistoso de football (France-Allemagne). El Bataclán, lleno a tope, en su mayoría jóvenes, ofrecía un concierto del grupo americano de rock Eagles of Death Metal. El cielo de Paris se cubría de esa luz otoñal digna de beberse con los ojos. Y cuando menos se lo esperaban los asistentes al match, los que bebían un vino, una cerveza o saboreaban un plato, intimando “tête à tête” o entre amigos, o aquellos inocentes que vibraban a ritmo de rock, Paris se tiñó de rojo, rojo mortífero esparcido por el odio de criminales fanáticos al servicio de una malsana organización terrorista. Para todas las víctimas, reconstruirse será siempre un largo camino. Para la Nación, reconstruirse es también largo, porque las heridas vuelven a abrirse. Estamos obligados todos a participar en la reconstrucción, sosteniendo a las víctimas que sobrevivieron, recordando a los inocentes que murieron, elevando el mensaje de paz necesario para vivir cada cual profesando la religión del respeto. ©cAc-2020

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