lundi 10 août 2020

Saint-Charbel / Libano

Los católicos maronitas veneran a un santo que consagró su vida al sacerdocio: Saint-Charbel. Y para conocer al país, no puede uno pasar por alto, la impronta que dejó en el imaginario popular, en la transmisión de la fe y en el respeto a un hombre, Chárbel Makhlouf, que dedicó cuerpo y alma a la obediencia, la pobreza y la castidad. Llegar hasta el pueblo más alto del Líbano, Beqakafra, es comenzar un periplo para recordar a quien a la edad de veinte años se hizo monje. Chárbel nació en Beqakafra en 1828. Visitar el monasterio maronita de Annaya, es una visita, que por corta que sea la estancia en el país, no debe faltar en el programa. En Annaya, vivió el sacerdote ermitaño, lugar en el cual cristalizaría su existencia, sitio que lo vio morir, enfermo, en 1898, a la edad de 70 años. Esperemos que la luz milagrosa de Saint-Charbel ilumine a todo el Líbano, creyentes y no creyentes, a todos los libaneses de todas las confesiones, porque el hombre necesita la espiritualidad y la libertad donde no intervengan las disonancias religiosas. ©cAc-2020

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