Si la
Nochebuena, reunidos o desunidos, es un affaire de familia, la Nochevieja es un
bostezo alegre que nos hace pensar en todos, y repito, en todos, sin omisión,
-incluso, de aquellos que alguna vez nos pusieron una zancadilla en el camino
de la vida. Pensar en todos, significa una mirada atrás, para recordar a los
que partieron para siempre y que se convierten en un talismán de luz, que ellos
un día nos ofrecieron. Los presentes, quizás seamos dos, o tres o cuatro, nos
abrazaremos como cada fin de nochevieja, nos desearemos otra vez felicidades, y
a la salud chocaremos copas. Afuera, fuegos de artificio, campanadas y
jolgorios vecinales. Acaba de nacer un Nuevo Año. Los no presentes, y no
propiamente ausentes, también ocuparán un lugar en esta noche de vítores y
alegrías. Y en ese lugar, caben todos mis amigos, familiares, otros menos
amigos, desconocidos haciéndose conocer, sin olvidar a nuestras mascotas, gatos
y perros, y a las errantes sin hogar, que deambulan impacientes esperando por
una mano gentil, una mirada de confianza. A todos-todos, que los 365 días a
caminar desde esta noche, sean 365 pasos en busca de paz y de armonía.
Bienvenido 2020. Je vous souhaite à tous une excellente année 2020. cAc
Lomas, cuestas y declives (Santa Clara)
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Mientras escribía los textos de *Un barrio, una iglesia, un parque*, que
serán publicados poco a poco en el blog www.santaclarabycac.blogspot.com no
pud...
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