El sendero en bucle conocido
como Du Pont du Jeannot no estaba programado para la tarde del martes. Visitar
el jardín de Tomple estaba previsto antes de quitar Charnavas. Se accede al
jardín por una cuesta que desciende desde la D906, a un kilómetro y medio de
Génolhac. Nosotros nos metimos en la cabeza que tendría que existir una entrada
por el fondo del Jardín, y como « tête de mule » que somos, decidimos
entrar de otra manera. Nuestro anfitrión nos propuso gentilmente llevarnos
hasta donde comienza la pista que desciende a Montredon, y desde ahí, caminar
por la enrevesada pista, a veces engañosa, bordear manantiales, saltar pequeñas
cañadas, escuchar el lamento de los pinos maltratados por el viento, y ni qué
decir de aquellos tumbados a tierra, prestos a ser llevados a un aserradero.
Renoncules y pissenlits disputándose las orillas de la pista, los piñones
poniendo zancadillas y las agujas de pino creando alfombras misteriosas. La
hojarasca amarillenta, seca o indefensa ante la humedad que reina en el sub
bosque, se deja pisar sin lamentos. En lo más bajo de la pendiente, donde la
pista desaparece y da paso al hermoso sendero verde-marrón, un clamor de aguas
saltando piedras, espolones rocosos y canjilones vestidos de musgo, nos hizo
detener. Por allí corre el Amalet, y para cruzarlo, no más que atravesar el
Pont du Jeannot, encontrado al azar, y sin idea de qué hacer, continuar el sendero?,
la transpiración condicionada por el pánico de perdernos, la ausencia de red en
el teléfono, la angustia de volver atrás, y volvimos atrás. Volviendo atrás, un
tímido « jardín » escrito sobre una plancha de madera, a su vez
claveteada sobre el tronco de un roble, nos devolvió el respiro y los deseos de
tomar el desvío anunciado. ©cAc-2019
Lomas, cuestas y declives (Santa Clara)
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Mientras escribía los textos de *Un barrio, una iglesia, un parque*, que
serán publicados poco a poco en el blog www.santaclarabycac.blogspot.com no
pud...
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