Tampoco puede uno dejar Amiens sin haber visitado la casa museo de quien nos cautivó siendo niños mientras dábamos la vuelta al mundo en ochenta días o nos adentrábamos en las profundidades marinas a lo largo de veinte mil leguas de viaje submarino. Julio Verne vivió en esa casa de Amiens desde 1882 hasta 1900. La casa está situada en el barrio Henriville, una casa modesta si tenemos en cuenta la imagen del escritor, e imponente, porque se nos hace grande, inmensa, descomunal, al saber que escudriñamos la intimidad del autor, su imaginación aún colgada de los muros y la magia de su espíritu rondando por las habitaciones, agazapado en sus delirios con la pluma en la mano en lo alto de la torre o viendo llover o nevar detrás de los cristales de la galería acristalada. Justo comparto unas fotos de la casa que albergara al escritor durante dieciocho años, porque estoy convencido que ya hemos compartido, cada uno en su momento, en edades y rincones diferentes, la obra del avizorado escritor francés. ©cAc 
©cAc
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