Un campamento militar ha sido levantado en la explanada que es la plaza de la Pousterle. El sol se ha levantado sin fuerza esta fría mañana sabatina. Un grupo de militares enciende la leña que les servirá para preparar la sopa para el almuerzo; unos conversan animadamente y otros se afanan a darle brillo a sus fusiles. Algunos los cargan con toda la precaución del oficio. De la plaza del ayuntamiento vienen voces. Por ella también se ven los militares, portando sus bellos trajes dieciochescos, donde se hace notar el rojo sangre y el azul Prusia. Los muchachos corretean, tocan los fusiles, se escabullen entre las piernas de los soldados y las mujeres cuchichean entre ellas, mirando el porte de los hombres de armas. Risas, guiños de ojos y al comadreo se unen quienes portan bayoneta y gorra. Pasa el carruaje, atestado, unos bajan, otros suben. Los militares no pierden ni pies ni pisadas a los forasteros, nada podrá manchar el desfile que presidirá la misa en la Collégiale… ©cAc
Lomas, cuestas y declives (Santa Clara)
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Mientras escribía los textos de *Un barrio, una iglesia, un parque*, que
serán publicados poco a poco en el blog www.santaclarabycac.blogspot.com no
pud...
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