César Manrique fue un soñador audaz y el Jardín de Cactus fue su última obra espacial. Arte y naturaleza esperando por nosotros. Y resultó ser el principio de una tarde donde el sol tuvo mucho que ver en el recorrido laberíntico por la antigua cantera de cenizas volcánicas de Guatiza. Desde que se entra y se contempla de manera general el panorama no siempre espinoso, el lugar toma fuerzas y te empuja a disfrutar hojas de mil rarezas, tunas acorazonadas, tallos rugosos y colas colgantes con filamentos y nervaduras. Arte y naturaleza, todo imbricado en un mundo oculto a las miradas del que pasa por la carretera, salvo el molino de viento por su emplazamiento alto. Para sumergirse en la estructura circular del jardín, no hay otra posibilidad que pasar el umbral, sin escatimar tiempo para disfrutarlo. ©cAc
Lomas, cuestas y declives (Santa Clara)
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Mientras escribía los textos de *Un barrio, una iglesia, un parque*, que
serán publicados poco a poco en el blog www.santaclarabycac.blogspot.com no
pud...
Toutes ces photos donnent envie de vous rejoindre.....
RépondreSupprimerBéa.
On espère pouvoir revenir un jour et partager tout ça avec tous ceux qu'on aime, cAc
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