Necesariamente hay que desvelarse, o realmente querer disfrutar del sol emergiendo de entre las aguas frías que separan la isla del continente. Un café para recibirlo, una gaviota anunciando alegrías con su gritillo y el sol, viniendo del este, habiendo ya despertado a los vecinos de Tan-Tan, es la premonición de una jornada diferente. En todo caso, así se empieza el día con bríos. ©cAc
Obelisco a Juan de Conyedo y a Hurtado de Mendoza.
-
*Obelisco a Juan de Conyedo y a Hurtado de Mendoza.*
Primero fue Conyedo[1], y luego Hurtado de Mendoza[2]. Dos hombres que
inspiraron la conducta que sigu...
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire