mercredi 25 août 2021

Nenita & Julio

 

Fue un día fresco de septiembre. Fresco en los pies del monte, pero mucho más fresco en la cima. Julio no sintió la frialdad cuando en la altura, la brisa del casi terminado verano del 2013, lo acariciaba mientras él curioseaba sobre la calvicie del monte donde entre las piedras se esconden las culebras. Nenita, friolenta, estaba avisada, y cargó con un abrigo ligero, “guerra avisada no mata soldados”, le dijimos antes de dejar la casa. En las pausas que hicimos en los miradores por la ruta que bordea el cañón profundo del arroyo Nesque (Gorges de la Nesque), el viento enfriaba el ambiente, y las vistas del cañón semejaban tarjetas postales. Atravesamos el pueblito de Sault y subimos por la ruta que lleva al chalet Reynard. Fuimos directamente a la cima, al parqueo en la base de la torre de comunicaciones. Desde la cima, el panorama alpino en lontananza, daba la sensación de estar suspendidos en una nube. ©cAc-2021

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