dimanche 29 août 2021

El lieutenant EW

 

El ingeniero beirutí le conoce mucho al hexágono, pero en sus estancias en el sur ha superado el récord como bebedor de rojos y blancos vinos de esos viñedos que se extienden a uno y otro lado de las riberas del Ródano. Ah, el Ródano!, que nos vio salir de Ginebra siguiendo su curso, y aunque hubo una pausa kilométrica entre Vienne al sur de Lyon y Orange, lo volvimos a seguir desde Avignon hasta su desembocadura en el Mediterráneo, con una buena bañada en la playa Napoléón…, pero volvamos a nuestro centro de interés: el Mont Ventoux. El verano tórrido que envuelve el sur de Francia no es propicio para arriesgar la vida subiendo el ventoso monte sin una excelente preparación. Descenderlo podía ser una aventura peligrosa pero sin paro cardiaco. Le propuse al lugarteniente de cogerle el pulso a la región pedaleando por la ruta que zigzaguea las gargantas del profundo Nesque, y eso hicimos, instalamos las bicicletas en el Kaskai de David y nos bajamos después de Villes-sur-Auzon, en la bifurcación que nos permite comenzar el pedaleo en la departamental 942. Primero respiramos el aire montañoso donde revolotean las rapaces y luego nos vimos envueltos por el perfume de la lavanda que cubre los campos a los pies del Mont Ventoux. Después de un ejercicio pedalístico, sin necesariamente haber hecho el ascenso en bicicleta, el chalet Reynard era la segunda pausa ideal para recobrar fuerzas. Ese día de julio, el viento estuvo ausente y nos regalamos un pique-nique, antes de descender el Mont Ventoux por la D974 que serpentea el flanco norte en dirección de Malaucène. Fugaz el descenso, peligroso, el aire golpeando el rostro sin misericordia, a casi 75 km por hora, pasando curvas cerradas otras obligados de frenar para no volar y caer muertos, abajo, donde los pinos se podían convertir en lanzas aguijoneando nuestros cuerpos, las bicicletas, ellas sin dejar de dar vueltas las ruedas, y fuimos, bajando, bajando hasta detenernos en la terraza de La Source Du Grozeau, para saborear un café que hiciera desaparecer todo el susto que provoca esa bajada, porque la satisfacción de haberla hecho, ya estaba escrita en nuestras mentes. ©cAc-2021

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire