Nuestro guía por tierras rumanas, devenido amigo, y su compañera, tuvieron la suerte de disfrutar un bellísimo cielo azul veraniego, caluroso y sin viento, después de haber llegado al Mont Ventoux siguiendo la ruta gargantesca del profundo y pedregoso arroyo Nesque. No logramos reservar plaza cuando llamamos la víspera al chalet Reynard. La cumbre estaba abarrotada de autos, visitantes, ciclistas y marchantes. La cima calcárea fue camineteada por mis amigos rumanos y luego, para saciar el hambre, nos instalamos en contrabajo de la cima del Ventoux, en un flanco del Mont Serein (Monte Sereno), y allí dimos comienzo y término a un pique-nique y siesta reconfortante. El regreso, por Malaucène, Le Barroux y Carpentras fue algo precipitado, para no perdernos la final del partido de football (Copa del Mundo, Rusia 2018) delante de la televisión y acompañados por una buena tanda de cervezas. ©cAc-2021
Obelisco a Juan de Conyedo y a Hurtado de Mendoza.
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*Obelisco a Juan de Conyedo y a Hurtado de Mendoza.*
Primero fue Conyedo[1], y luego Hurtado de Mendoza[2]. Dos hombres que
inspiraron la conducta que sigu...
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