Raíles y asfalto desde Paris hasta Galicia

Mucho antes de la proposición de hacer el camino a Compostela por parte de mi amigo Elie, estaba seguro que en el transcurso del año visitaría Santiago, para presentar una ponencia en un encuentro de universitarios latinoamericanistas. Mientras por un lado yo daba taller a la ponencia, por otro nos afilábamos los dientes inventándonos recorridos que nos llevaran a la ciudad del apóstol Santiago. Por esas cosas de la vida que no son caprichos y que surgen sin avisar, el viaje a dos quedó estructurado a uno, desgraciadamente. Por tercera vez se interrumpe ir a Galicia, los dos juntos. No valió aquello de que a la tercera va la vencida! Por mi parte, conseguí un billete Paris – Hendaye en 1ra clase, y aunque no soy un “voyou”, seguí en el mismo tren, “gratos” hasta Irún, (por recomendación del propio controlador del tren, aclaro!). Estación de trenes y terminal de autobuses de Irún están pegadas. Al poco rato estaba dejando Irún [Hodarribia] en un bus clase supra super confortable (la red de autobuses interregionales en España es fantástica!) con término en Llanes, sólo que yo descendería en Santander. El autocar hizo parada en San Sebastián [Donostia], en Bilbao [Bilbo] y en Laredo. La costa cantábrica es fabulosa. Desde mi butaca del supra, Castro-Urdiales me parecía una tarjeta postal con vida propia, a la que habría que añadirnos nosotros en algún momento…©cAc