mercredi 4 août 2010

De nuevo, El Recreo…

En septiembre del año pasado, cuando dábamos la vuelta al Parque Vidal, nos detuvimos un momento en El Recreo y recuerdo el comentario de Michel, “Un necesario recate a la memoria del, muchas veces, ignorando edificio que se ha conservado en pie a pesar de la falta de restauración y el desacertado uso. Fue la parada donde me bajaba de la ruta 3 por muy poco tiempo. El controversial, acaso disparatado, cierre del parque al tránsito de vehículos ocurrió en mi mismo primer año en la universidad.” Desde entonces, hemos visto cambios, como la apertura parcial del parque, sobre lo cual no nos detendremos ahora, y fuimos observadores a distancia de esa esquina que desde antaño fue El Recreo, y que lo seguirá siendo para los villaclareños. En enero pasado el edificio pasó a etapa de rescate, con el objetivo de conservar un bien inmueble caro al paisaje central de la ciudad de Santa Clara. Las obras de restauración o conservación, o ambas, terminaron al cabo de poco tiempo y desde entonces, los santaclareños pueden disfrutar de una oferta gastronómica que me han comentado no es muy amplia, y digo, disfrutar, aquellos que pueden abrir la billetera y pagar en pesos cuc que es como decir no todo el mundo, ni todo aquel que trabaja y dobla el lomo. No es mi interés el tema económico ni la oferta gastronómica, y si el poder compartir la nueva imagen, que es casi la imagen que muchos no conocen, y que fue rescatada para plácemes de quienes nos interesamos por la ciudad de Marta. El área de mesas que muchos recuerdan, quedó renovada, como renovado fue el mostrador a disposición de los consumidores, que pueden tomar jugos (naturales?) y comer (sándwiches, hamburguesas?) sentados en las banquetas altas de madera. El mostrador, si mal no recuerdo, era para uso de los dependientes, pues del otro lado estaba el área de preparación, que hoy ha quedado en el mismo lugar, pero ventilada y acristalada, lo que le permite una iluminación mucho más adecuada. Plafond e iluminación acorde a la necesidad de preservar los techos originales (o casi originales?) de la sala, mosaicos fabricados en Brasil, México o en alguna sucursal de Porcelanosa, y la novedad, el acceso al patio desde el salón que da al parque. El patio, como en nuestras casas coloniales y neocoloniales, abierto, accesible desde el portal en escuadra, tejado, carpintería casi toda original, el portal sostenido por las columnas, también originales. Mesas imitando el pasado de los patios neocoloniales debajo de una pérgola de madera (que deberá imbricarse de verde y verdes para atenuar el sol del mediodía!), arecas, cintas colgadas del techo, tiestos con plantas haciendo de pared como la baranda de rejilla blanca… Bravo por la idea de rescatar de manera mucho más honrosa, El Recreo, rosado, acolumnado, esbelto frente al parque, con sabor a huellas pilongas y la muchachada bajándose de la ruta 3 procedente de la universidad. Bravo, a todas esas personas que empujan y empujan el rescate de la ciudad del Bélico, a los profesionales de Patrimonio, que a pesar de las carencias y los obstáculos, se esfuerzan por no dejar caer las piedras levantadas por aquellos que antes que nosotros, pensaron en Santa Clara. ©cAc



Fotos cortesía de amigosdesanta©lara

5 commentaires:

  1. No puedo hacer más que alegrarme por el buen rescate hecho. Toda una sorpresa porque era una esquina olvidada. El patio me sorprendió porque no lo conocía. El local ganó mucho en espacio e iluminación, aunque son un poco contrastantes los estilos entre patio y salón. Me pregunto si se habrá incluido el local adyacente que se usaba como casa y si por fin esa calle se abrió al tránsito. Gracias por mantenernos al día a los que, desde lejos, volemos a la ciudad desde estas páginas.
    Saludos,
    Michael

    RépondreSupprimer
  2. Por más que busco en mi memoria, no creo haber sabido nunca que ese merendero se llamara alguna vez El Recreo. Y eso que me bajé de la ruta 3 innúmeras veces, y no solo en los años 74-79, durante los cuales cursé la Licenciatura en Lengua y Literatura Hispánicas en la Facultad de Filología de la Universidad Central, sino entre 1967-69, como alumno de la secundaria Anexa, instalada en los límites del campus.
    Recuerdo ese local siempre sórdido y haciendo honor a su apodo de El Palacio de las Moscas (que compartía sin dudas con otros muchos establecimientos gastronómicos) o de El Panqué, que en algún momento tenía por especialidad. O quizás me confundo: no creo haberle prestado nunca especial atención al local.
    En todo caso me alegrea verlo remozado. Solo lamento que su recuperada belleza pase por la casi obligatoria puesta al servicio de la recaudación de CUC. Tal parece que en Cuba todo lo bueno y bonito está reservado a los CUCbanos y no abierto al disfrute de todos los cubanos. Pero, no seamos de mala fe: todo el que atraviesa el Parque Vidal, utilice o no la ruta 3, podrá recrearse la vista, si no el gaznate, con el nuevo Recreo.

    Joel

    RépondreSupprimer
  3. Joel, la memoria puede darnos sustos, y cuando envejecemos, hasta golpearnos duramente. Creo que estás confundido, y aunque moscas siempre tuvo, como otros sitios de la ciudad, y extramuros, El Recreo es viejo en la historia de SC y debe su nombre al propio parque que así hubo de llamarse antes que llevara el nombre del patriota villaclareño. El Panqué fue El Panqué, como otro tanto lo fuera El Palacio de las Moscas, que es el apelativo puesto por los locales al merendero de la esquina de Parque y Colón. Si revisas otras crónicas del blog, El Recreo tiene un lugar, más como inmueble urbano que como local de comercio o cafetería. De que allí tuvo la ruta 3 su parada en el trayecto de regreso a la Terminal de Ómnibus, tampoco hay dudas, seguro que te bajabas por la puerta trasera y cruzabas directamente al parque. Si el rescate de la esquina te alegra, tanto mejor, ahhh, lo otro, lo de los cucbanos, eso es harina de otro costal, porque, quién le pone el cascabel al gato? Gracias por la visita y las que vengan. Saludos, cAc

    RépondreSupprimer
  4. Encuentran loza y cristalería de período colonial en Santa Clara

    El hallazgo de abundantes fragmentos de vajilla de loza y cristalería de los siglos XVIII y XIX refleja un sólido comercio y una buena situación económica de algunas familias originarias de Villa Clara, reporta la AIN.

    Raúl Villavicencio, especialista del Centro de Estudio y Servicios Ambientales (CESAM) en la provincia, dijo a la AIN que la localización de piezas de valor arqueológico resulta de la búsqueda que realizó junto a un grupo de estudiantes de la Escuela Secundaria Básica José Martí.

    El colectivo exploró la margen izquierda del río que dio nombre a la urbe, en el sitio donde se sitúa el nacimiento de la también conocida como Villa del Undoso y en el actual jardín de Servicios Comunales, terreno que sirvió de basurero, centurias atrás, señaló.

    Villavicencio informó que para determinar procedencia y características de los fragmentos se contó con el quehacer de las especialistas Diana de la Calle y Norelys Gamboa, del Museo de Arqueología de Trinidad.

    Las expertas determinaron que las piezas proceden de Inglaterra, Italia, Francia, Holanda y Bélgica, principalmente, donde se producían las mejores lozas y cristalería de la época en el mundo, destacó.

    El doctor en Ciencias Históricas refirió que la similitud de la vajilla, importada por las familias acaudaladas de Trinidad, Yaguajay, Cienfuegos y Sancti Spíritus es similar a la hallada en la Villa del Undoso, comercio que se hacía por los puertos de Cienfuegos y La Habana con países europeos.

    Según el texto Historia de Sagua la Grande, de Antonio Miguel Alcover y Beltrán, de 1905, el nacimiento oficial de la ciudad se localiza el ocho de diciembre de 1812, pero se habla de la existencia de pobladores en la zona desde finales del siglo XVIII.

    RépondreSupprimer
  5. es bueno saber que no se ha cometido con esta edificacion lo que solia ocurrir en un inicio de la tan famosa y controversial revolucion cubana su demolicion creo que quien no reconozca este lugar como el Recreo ha pasado por santa clara pero ella no se le ha calado en sus huesos es cierto que este lugar fue escalando por un sin numero de etapas donde la pobreza del medio le fue dejando una estela de sobrenombres como "El palacio de las Moscas","
    La Hamburguesera del parque"en fin, pero gracias a dios ahi esta para disfrute de los que segun Carlos tienen un CUC para pasar un buen rato, grcias Carlos por hacernos recoradar nuestra ciudad.

    RépondreSupprimer