vendredi 23 avril 2010

Valladolid en Santa Clara



©cAc
Mirando las fotos que acompañan el artículo “Valladolid, ciudad de miradores” ( http://jecuevas.blogspot.com/2010/04/valladolid-ciudad-de-miradores.html ) de José Enrique Cuevas, eché a andar la memoria tratando de recordar un balcón cerrado al estilo de los “balcones-miradores” vallisoletanos o de los tradicionales balcones malteses, colgado de una fachada santaclareña (esquina de Maceo y San Cristóbal). En efecto, el inmueble al que me refiero, tiene, no uno, sino dos balcones similares al que nos presenta Cuevas. El edificio está situado en la esquina noroeste del cruce de las calles Maceo y San Cristóbal, y aunque su planta baja, que otrora albergara un comercio (actualmente el local es la sede del Comité Provincial del Sindicato Químico Minero Energético), haya sufrido transformaciones, el segundo nivel, concebido como vivienda, conserva su aspecto original, a pesar de la falta de mantenimiento. La vivienda tiene cinco balcones sostenidos por ménsulas voladizas, tres abiertos, con balaustres, rematados en mármol blanco y puertas-ventanas de carpintería francesa. Los dos balcones restantes, fueron concebidos como “piezas” desde donde mirar sin salir al exterior. Nótese que estos dos balcones, no llevan balaustres, son techados y están protegidos por ventanas. A diferencia de los balcones abiertos, aparentemente sostenidos por molduras cortas a manera de ménsulas, los balcones cerrados de la casa están decorados por un sostén aconchado. La carpintería de los balcones ha sido el elemento más deteriorado y por ende menos conservado. Una parte de la carpintería original ha sido remplazada por ventanas de persianas. Una particularidad en la cubierta de los balcones, es que sus tejas son verdes. Como no conozco el interior de la vivienda, no sé de qué piezas hacen continuidad los balcones. No fueron concebidos como lo fueron en la ciudad castellana, para remediar los nueve meses de invierno y los tres de infierno, aunque estoy convencido que fueron pensados para paliar el calor manteniendo una entrada de frescor por dos lugares de la vivienda. El inmueble, construido en la primera mitad del siglo XX, habrá sido la vivienda de un vallisoletano instalado en la ciudad del Bélico? Una curiosidad a no pasar por alto, además de pensar a su rehabilitación avizorando una futura inscripción al evento de Conservación y Restauración provincial. Hay trabajo por delante! ©cAc


©cAc

5 commentaires:

  1. Es un bonito ejemplo de un estilo neoclásico y tradicionalista importado a la bella ciudad de Santa Clara. La pena, como siempre, es cómo se va deteriorando, aunque se nota que le han dado algún mantenimiento. Lo decepcionante del diseño de la fachada de este edificio, es que no se hubiera concebido como una unidad: alineando las pilastras de ambas plantas se conseguiría la armonía visual de que adolece en su conjunto. Gracias por hacer referencia a mi artículo. Saludos cordiales.

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  2. Una dirección mas agregada a mi agenda, para evitar el pasear por el pueblo y no ver sus casas. Vere si alcanzo con alguna :-)

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  3. Hola, JE!, sí que me interesó tu artículo, y ya ves cómo podemos formar un arco de semejanzas entre visitas y recuerdos, justamente, paseando el domingo por Compiègne, en Picardie, me topé un inmueble con el mismo estilo de los vallisoletanos que presentas en tu artículo, incorporaré una foto en mi crónica sobre la visita a Compiègne para que veas la similitud, de hecho, la Picardie francesa es un país de fríos y heladas…, saludos, cAc

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  4. Hazte un buen programa Magtiel, y no olvides la cámara fotográfica, y si de día no puedes, -yo sé que los compromisos nos ahogan, te inventas una “nuit blanche” y recupera el tiempo! Hasta pronto, cAc.

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  5. En la Habana también hay algunos balcones cerrados del mismo estilo, si mi memoria no me falla en la Calle Reina (Hoy Simón Bolívar)

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