samedi 20 février 2010

Amanecer en Punta de las Mujeres


Necesariamente hay que desvelarse, o realmente querer disfrutar del sol emergiendo de entre las aguas frías que separan la isla del continente. Un café para recibirlo, una gaviota anunciando alegrías con su gritillo y el sol, viniendo del este, habiendo ya despertado a los vecinos de Tan-Tan, es la premonición de una jornada diferente. En todo caso, así se empieza el día con bríos. ©cAc

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